Este mes en El Musicógrafo - La revista con Soul Dealer, Xavi Moyano, Jorge Valverde, Nameless Absolution, Peachy Joke, Mar Barbados, Sue Gere y Daniel López.

Nº8 | El Musicógrafo – La revista | Agosto 2014

Nº8 | El Musicógrafo – La revista | Agosto 2014

Qué pereza escribir nada. Entre el calor, la playa, el modo OFF de mi cuerpo, y que mi mente solo piensa en aperitivos, bebidas fresquitas y comidas grasientas… Pues eso, qué pereza. Se supone que estamos en el momento álgido del verano en lo que a conciertos se refiere. Llegan cientos de ofertas de conciertos en la playa, en chiringuitos nada preparados, con luces blancas de obra y tocando en la arena.

Electrónica y arena

Ya sabemos lo bien que va para los pedales y demás equipo, la arena y el polvo de la playa. La oferta es variada: toca un grupo, luego el mismo, luego otra vez el mismo y vuelves a ver el mismo una semana después. ¿No hay más grupos? Sí, pero los amiguismos son los que hacen que toquen unos u otros, también en la playa. El razonamiento de las bandas para tocar en un chiringuito es muy extraño para mí. Mal sonido, mala iluminación que repercute en horrorosas fotos de móvil y vídeos aún más nauseabundos con un sonido que roza los límites aguantables para nuestros oídos. Pero da igual, siguen queriendo tocar en la playa.

¡Nos dieron de cenar!

He escuchado incluso cosas como “¡Nos dieron de cenar!”. Vaya, para cualquier banda es la noche redonda. En algunos pagan algo y en otros, bueno, ¡te dan de cenar! La pregunta que me hago es: ¿Para qué tocan ahí? ¿Para ganar fans de la banda? Os recuerdo el sonido nefasto de estos sitios. ¿Para causar sensación con tu puesta en escena? No (risas), claro que no, no voy a comentar nada sobre la puesta en escena de una banda en la playa con dos focos de luz de obra. ¿Entonces para qué? Es una pregunta que muchas bandas deberían hacerse y no se hacen. ¿Cuál es el objetivo de tocar de tan malas maneras?

Bebida gratis

Solo puede ser por la pasta o por beber gratis. Y esto último no creo que se dé en muchos sitios ya, como pasaba antiguamente. Entonces, ¿cuál es la razón? Yo no la sé y aunque he preguntado, nadie me ha sabido responder por qué. Imagino que tú que estás leyendo, estás palabras, también te preguntarás por qué. Pero si sabes la respuesta, por favor escribe un comentario y explícanos el verdadero motivo.

Mientras escribo estas palabras, estoy en la playa, en un concierto, con los pies en la arena, observando a una muchacha con su guitarra interpretando un tema sobre la pobreza del mundo. Su guitarra está desafinada, ella no debe oírse muy bien porque está cantando medio tono por encima de la canción. Balbucea el texto que apenas puede leer de su libreta colocada en un “glamuroso” atril con una luz, y encima, el sonido queda tapado por el volumen de la gente que conversa amistosamente sin prestar ninguna atención a la pobre muchacha.

¿Quién es?

¿Qué cómo se llama? No lo sé, pero está claro que a nadie le interesa. Y mi pregunta vuelve a aparecer, ¿para qué actúa? No esperaré a que acabe para preguntárselo, me gusta más escuchar el sonido del mar. Si tienes una banda, haces una actuación y al día siguiente no has visto aumentar tus seguidores en tus redes sociales, es que algo no estás haciendo bien. Deberíamos pensar antes de tocar en un sitio, los beneficios que puede traer para la banda y qué recompensa (no hablo de dinero, sino de seguidores) vas a obtener por esa actuación. Pensad en ello.

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